Recuerdo la herencia de tía Ágata como si fuera ayer. Yo no conocía el cluedo muy bien, solamente de oídas, pero un juego de mesa sobre resolver crímenes pintaba muy bien. Sobre todo con trampas «reales». Una vez más, como con Cifras y Letras, Monopoly, Hotel... he jugado a la versión clásica de los 90, y actualmente hay una versión moderna, pero el juego en sí, es el mismo.
Datos básicos de la herencia de tía Ágata
- Número de jugadores: de 2 a 6 (en la versión antigua, de 2 a 4)
- Duración media de la partida: 30-40 minutos
- Dificultad para aprender a jugar: no demasiada
Glosario de la herencia de tía Ágata
- Detective: ficha que va avanzando y cuando llega a la puerta de la mansión, marca el final de la partida.
- Trampas: casillas donde los personajes pueden ser eliminados tras morir. Son: la estatua, la chimenea, la lámpara, la trampilla de las escaleras y la estantería.
- Cartas de trampa: cartas que representan las trampas.
- Cartas de personaje: cartas que representan los personajes. Hay doce, tantos como personajes.
- Portarretratos: Se alza sobre la chimenea, y contiene las cartas de retrato.
- Cartas de retrato: cartas que representan a tía Ágata y al resto de personajes. Se colocan en el portarretratos.
Como jugar a la herencia de tía Ágata
La pobre tía Ágata ha fallecido, rodeada por su inmensa fortuna y el desprecio de sus allegados. En una fría y lluviosa noche, se va a proceder a la lectura de su testamento en su fabulosa mansión. Para esto, las fichas de todos los personajes se colocan en el centro del tablero, que representa el salón.
Se reparten las cartas de personaje boca abajo a los jugadores, dependiendo del número de estos. Comienza el jugador que haya sacado la puntuación más alta tirando un par de dados. Se empieza quitando la carta de retrato de tía Ágata y mostrando por tanto, el retrato de otro personaje. Ese personaje que se muestra, es quién puede heredar en ese momento la inmensa fortuna de la malograda Ágata. Para ello, tendrá que lograr salir de la mansión antes de que, el resto de envidiosos, la maten.
El jugador que está en su turno, tira dos dados y moverá a dos personajes con las puntuaciones obtenidas. La gracia está en que el jugador puede mover sus personajes, pero también los personajes del resto. Y como no se sabe qué jugador lleva a qué personajes (en las partidas de dos, no se reparten todas las cartas de personaje), uno puede estar llevando a su personaje cerca de una trampa para despistar, por ejemplo.
Hay reglas de movimiento bastante sencillas y típicas. A saber, no se mueve en diagonal, no se puede acabar en la misma casilla donde se empezó el movimiento, no puede haber dos personajes en la misma casilla… nada nuevo. Además, hay paredes y muebles, que no se pueden atravesar. Y casillas de pasadizos, como en el Cluedo. Si caes en una casilla de trampa, se coge una carta de trampa. Si coincide la carta con la trampa en cuestión, la podrás activar. También podrás guardarte la carta para otro turno.
El detective por su parte, avanzará una casilla hasta la puerta de la mansión, cada vez que se coja una carta de detective del mazo de cartas de trampa. Así que cuidado, porque si llega a la puerta, se acaba la partida.
La partida se gana bien por ser el último jugador vivo, bien porque el detective llegue a la puerta y tu retrato esté colgado del portarretratos, o bien porque logres sacar a tu personaje de la mansión, con el retrato del mismo visible.
El juego incluye el tablero, las cartas de personaje, de retrato y de trampa, las trampas, las fichas de personajes y de detective con sus peanas, y dos dados. Si queréis ver algún video de como jugar a la herencia de tía Ágata, a continuación os dejo un enlace a los mejores tutoriales disponibles en Youtube.
Veredicto de la herencia de tía Ágata
Visualmente, de niño me pareció una pasada. Y es que las trampas interactivas son una pasada. Ahora de mayor, lógicamente impresiona menos, pero el toque nostálgico vintage, me encanta. Mola poder tirarle una lámpara al cocinero en la cabeza 😊.
La herencia de tía Ágata es un juego sencillo de jugar, con gran componente estratégico y que no se hace pesado de duración. Quizás para dos jugadores pierde un poco de atractivo, como el Cluedo, por su mecánica de juego, pero se puede jugar perfectamente, ya que hay personajes que permanecen ocultos.
En resumen, bastante entretenido, poco azar y un toque nostálgico que a los jugadores de 35-45 años les atrapará sin dudarlo.
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